La mala campaña de Curicó Unido en la Primera B, que tras la caída ante Arica provocó la salida del técnico Jorge Socías, pasó a segundo plano para sus hinchas, quienes ven con preocupación el presente institucional del “Curi”. La mala gestión financiera y deportiva augura un déficit millonario para el término de la temporada y, la solución que trató de forzar anoche la actual dirigencia, ha sido dejar la figura de Corporación y transformarse en Sociedad Anónima Deportiva (SADP).
Ayer, y tras ser citados a una asamblea extraordinaria, unos
cincuenta socios del “Curi” (disminuyeron debido a las políticas de la
directiva anterior de Julio Ode) llegaron hasta el Estadio La Granja para
conocer la realidad de la institución. “En el presupuesto 2012 que se entregó a
la Superintendencia (de Valores y Seguros), se consideraron ingresos anuales
por 40 millones en recaudación, o 250 millones por el CDF, pero resulta que
este año esas cifras bajaron. La directiva se dio cuenta que se quedó corta en
todos los ítems y que habrá déficit”, dice uno de los asistentes a la reunión.
Según explicó el actual presidente de los albirrojos, Pablo
Sepúlveda, para llegar saneados y sin deudas a fin de año se necesitarían unos
177 millones de pesos. Sin embargo, y según lo hizo notar en la ocasión, el ex
presidente Ode cree que el déficit será mucho mayor, para una institución que
tiene un presupuesto mensual de aproximadamente 60 millones.
La sorpresa para los hinchas llegó cuando Sepúlveda, sin que
el tema estuviese siquiera en la tabla –sólo se aprobaría el balance económico
de 2011-, instó a los socios a votar para aprobar la conversión en SADP. “Quería
un poder, donde decía que los socios estaban de acuerdo en ser sociedad anónima.
Ese documento esperaba usarlo como respaldo para captar accionistas para el
club. Llegó con un ministro de fe, cosa que si se votaba, se hacía el papel
notarial altiro. Casi todos los socios votaron en contra, no fueron más de
cinco los votos que tuvo a su favor”, indica la misma fuente.
Ese rotundo no, fue la forma con que los socios rechazaron
una votación a la fuerza, que de haber salido favorable, hubiese hipotecado el
funcionamiento de un club que, junto a Deportes Puerto Montt, son los únicos
que se mantienen bajo la figura de Corporación Deportiva Profesional. Bajo este
modelo, los curicanos han podido mantener la propiedad de su club y, con ello, una
identidad y sentido de pertenencia que se ha mantenido durante ya casi cuarenta
años.
El modelo de SA, aprovechándose de la coyuntura de un mal
presente provocado por una serie de errores directivos, volverá a la carga.
Pero, tal como se movilizaron en las calles para pedir un estadio digno y luego
la construcción de su segunda etapa (que hoy es una promesa presidencial), los
curicanos seguirán dando la pelea. Eso es seguro.
EL CURI NO SE VENDE
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